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Fast fashion: ¿seguir comprando o no?

La tendencia de comprar moda rápida se convirtió de ser un ‘must’ a próximamente ser un ‘don’t’, pero aún se puede rescatar tu closet y comprar de manera más responsable

  • ESTAMPAS

05/11/2021 06:00 pm

Eliza Pérez

La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo e impacta en el medio ambiente, y está detrás por poco de la petrolera. Desde hace algunos años para acá, ya es recurrente escuchar sobre los terrores que causan el fast fashion, donde el agua se desperdicia, donde hay toneladas de ropa que se hacen para ser usadas muy pocas veces y que son desechadas, además de las condiciones paupérrimas de trabajo que se enfrentan miles de trabajadoras - porque la mayoría son mujeres -.

Se estima que de las 75 millones de personas que manufacturan la ropa que usamos, el 80% son mujeres entre 18 y 24 años, donde la mayoría gana menos de 3 dólares al día en lugares deplorables, como se evidenció en Bangladesh en 2013 con el derrumbe del edificio Rana Plaza dejando a más de 300 fallecidos.

Por esto, se dice que la industria textil es un problema feminista, ya que el precio relativamente bajo lo está pagando alguien más. Y a pesar que la responsabilidad es de la marca, también como consumidores se puede generar un cambio con respecto al tema.


Manufacturan ropa por muy bajos salarios

Fotografía Master 1305 Freepik
 
¿Qué es el fast fashion entonces?

El fast fashion son aquellas marcas que manufacturan prendas por muy bajo costo y que son lanzadas al mercado en grandes cantidades, donde los clientes compran a precios accesibles y, dependiendo de cada persona, puede seguir usándolo hasta gastarla o, solo usarla una vez y abandonarla en el closet.

Pero esta moda rápida, así como mencionamos arriba, esconde una contaminación absurda al medio ambiente, así como explotación laboral.

¿Qué trae el fast fashion al medio ambiente?

Antes que nada: negatividad. La moda rápida contamina el agua, ya que en la mayoría de los países donde se produce ropa, las aguas residuales tóxicas de las fábricas se vierten directamente en los ríos, sin ningún tipo de tratamiento previo.

También consumen muchísima agua. Se necesitan hasta 20.000 litros de agua para producir sólo 1 kg de algodón, y esto genera presión sobre este recurso e incluso tiene consecuencias ecológicas, como la desertificación del Mar de Aral, donde la producción de algodón ha drenado totalmente el agua.


La industria de la moda es contaminante por debajo de la petrolera

La acumulación de residuos es otro impacto al medio ambiente, ya que la ropa se ha convertido en algo desechable. Se mantiene que una familia de occidente puede tirar una media de 30 kg de ropa al año, mientras que el 15% se recicla o dona, el resto va a la basura o se incinera.

Un detalle, es que las fibras que no son biodegradables como el poliéster, pueden tardar hasta 200 años en descomponerse y esta fibra sintética se usa en el 72% de nuestra ropa.

Otra opción: slow fashion

A diferencia del fast fashion, que responde de manera rápida a las tendencias que cambian frecuentemente, el slow fashion crea consumidores responsables a través de accesorios y prendas que puedan usarse durante mucho tiempo y que la producción sea más amable con el medio ambiente.


Conviértete en consumidora responsable y consciente

Sin embargo, el slow fashion no es una verdadera opción para todo el mundo, ya que existen varios obstáculos como:

Precio: cuando buscamos artículos que sean sustentables, el costo es más alto cuando no provienen de tiendas convencionales. Sin embargo, pagar un extra por una prenda de calidad y que dure en nuestro closet será más beneficioso a futuro.

Talla: otra de las razones por las cuales no se compra slow fashion, es por el poco rango de tallas que existen en estas tiendas, ya que no llegan a ser muy inclusivas para cuerpos diversos y al parecer seguimos lejos de que existan esas opciones.


La slow fashion es una opción sustentable, pero costosa

Tiempo: ¿de verdad la tienda que dice ser sustentable lo es? Buscar información si la marca mantiene una buena ética, sobre si paga un sueldo justo o si realmente es sustentable, puede costar mucho tiempo. Sin embargo, hay páginas web que se encargan de esa investigación y facilitan la información. Pero comprar responsablemente nos tomará más tiempo que escoger algo de una tienda de centro comercial.

¿Cómo ser un consumidor más responsable?

Tal vez dejar el fast fashion es más difícil de lo que uno puede imaginar por los obstáculos que se mencionaron arriba, pero si se puede consumir de manera responsable.

Reconoce que no serás una consumidora perfecta, pero sí puedes ser más consciente. La ropa que compres no solo la uses una vez, úsala las veces que quieras y cuando quieras, maximiza el tiempo de tu ropa.

Consume prendas locales y apoya a las empresas pequeñas, quienes se rigen por los parámetros del comercio justo.

Compra en bazares de segunda mano y también dona la ropa que no necesites. No solo las guardes en una bolsa y las botes, otras personas agradecerán tu gesto.

Organiza espacios donde puedas realizar trueques de prendas que no uses, bien puede ser con amigas o con personas de tu comunidad.

Eliza Pérez
Tw e IG: @e_isabella
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